

¿Qué pasaría si partiéramos de cero en RSC? ¿Qué pasa cuando es la primera vez que oyes lo que una empresa hace por tu futuro? Sencillamente, pasa Okko-RSC.
Primero está el gran valor de escuchar a los mejores. Segundo, el congreso de RSC te deja experimentar el poder del contenido. Tercero, puede transformar tu percepción de compañías del tamaño de un portaviones.
Tenía pendiente escribir sobre el II Congreso Okko que se celebró a finales de noviembre en Torrent (Valencia). Escuchar lo que portavoces de Ikea, Coca-Cola o Balearia tienen que decir es para quien escribe una sobredosis informativa y experiencial. Pero antes de entrar en detalles, creo interesante apostillar el hecho de que cuando voy a este tipo de eventos intento dejar en la puerta mis perjuicios sobre ciertas compañías. A veces lo consigo.
Hay todo un esfuerzo económico y toda una máquina publicitaria puesta en marcha alrededor de la Responsabilidad Social Corporativa, pero el vil metal tiene la enorme ventaja de poder posicionarse en el lado de los Jedis y abandonar el lado oscuro. Por eso, y hasta la fecha, la RSC es el mejor camino para ganar dinero junto a alguien y no sobre alguien.
Es cuestión de no mucho tiempo que los grandes giren en esta dirección, pero qué hay en el panorama actual. Realmente, pienso que se están poniendo en marcha iniciativas muy interesantes. Por supuesto, para mí, la número uno es Ikea. Nada tiene que ver mi fascinación por la llave Allen con lo que vi y oí. Su story tellingresultó creíble, la puesta en escena, fue tan sencilla como rodeada de diseño. En el futuro mejor que nos plantea la compañía sueca, están los objetivos plausibles.
En el polo opuesto, estuvo Ilunion. Una presentación repleta de contenido administrativo y empresarial que desilusionó a propios y extraños. Sin duda, perdió la oportunidad de conectar con el público y con quienes olvidamos que, tras la empresa con fines sociales, hay juego.
En el centro de la originalidad, estuvo el discurso de Balearia. Ya había escuchado antes a Josep Vicent Mascarell, quien supo, como ninguno, dirigirse al público de Torrent. La empresa dianense se esforzó por mantener un discurso joven, un discurso que cada año imprime en sus viajes a Ibiza y Formentera. Quizás pronto lo haga en Miami y La Habana, aunque lo tiene difícil.
En definitiva, creo que las empresas que orientan bien sus objetivos generan conexiones a medio plazo. La parte de publicidad y marketing se queda en las formas e insufla cierto optimismo en que el famoso win-to-win tiene al ciudadano como a la otra parte.
Esperemos reconocer muchos más ejemplos en el futuro inmediato, dentro y fuera de Okko-RSC.