

La farragosa ley de Contratos del Sector Público se hizo pensando en acabar con un momento convulso de la política. Es una lectura poco recomendable, salvo que te dediques al tema o seas un lector raruno. En 2011, forzados por la Unión Europea, España introdujo en el procedimiento la figura de la Compra Pública Innovadora.
Era una manera de introducir la pata de la innovación dentro de la caja de las administraciones públicas que se veían atadas a una norma estanco. Este nuevo sistema permite que un ayuntamiento u otra puedan plantearse retos o problemas para llegar a nuevas soluciones.
Se requieren muchos puntos, aunque la clave de partida es tener bien definido lo que se quiere. Alicante se ha convertido en un ejemplo con casos de éxito. Económicamente, representa una milésima parte del presupuesto municipal, pero imprime una nueva manera de utilizar dinero público atendiendo a la participación, la innovación, la sostenibilidad y otros muchos factores.
Por ejemplo, ahora se trabaja en formas de subir al castillo de Santa Bárbara, que es el principal enclave turístico de la ciudad. También se están desarrollando ideas para ayudar a las personas mayores que viven solas a tener algún tipo de asistencia.
Mientras llegan las soluciones, os invito a leer el artículo que se publicó en el diario digital Todo Alicante con el que traté de explicarlo y poner sobre la mesa un nuevo sistema para poder comprar lo que no existe con dinero público. Bienvenidos a la Compra Pública Innovadora.